Corina | Reseña

Escrita por Andrés Luciano Torres Rodríguez

¿Puede un personaje cobarde permitirse tan solo un acto de valentía en toda su vida? ¿Sigue siendo un cobarde o solo era un valiente esperando su momento de actuar?

Corina es una película mexicana  que trata de la vida de la protagonista del mismo nombre, ella sufre y recalco sufre de agorafobia, el miedo al exterior por lo que su vida transcurre solo dentro de una cuadra dentro de la ciudad de Guadalajara, una Guadalajara del año 2000 con una población de 5 millones de habitantes hasta ese entonces.

Ella trabaja como correctora de estilo en la sección de literatura impresa de un periódico, su trabajo de revisar los libros vaqueros de la editorial va de acorde con su personalidad introvertida, su actitud sumisa y reservada que no solo la aíslan de sus compañeros de trabajo sino del mundo en general, sin embargo todo esto cambia cuando un problemático manuscrito aparece en su vida, el cual no solo traerá desgracias sino la oportunidad que estaba buscando para salir de su aislamiento voluntario.

Corina es una cobarde agorafóbica que habita en una ciudad que asfixia a sus habitantes, rodeada de extraños que  muy seguramente la juzgan sin llegar nunca a conocerla, su madre también tiene este raro trastorno por lo que no sale de la casa, Corina solo se avecina a salir de su casa para ir a su trabajo que se encuentra en la misma cuadra de su hogar, su contacto con los demás se limita a una tienda de abarrotes cuya dueña es su amiga. Pero como describen los expertos la agorafobia no es solo el temor a salir afuera sino ansiedad también por situaciones que afectan o alteran la rutina diaria de estas personas. Corina al tener esta ansiedad solo puede confiar en tener el control a través de la rutina, por ello ha encontrado en su trabajo y en la literatura un consuelo o refugio del mundo exterior.

Y aunque podríamos decir que no es la mejor manera de afrontarlo cuantos de nosotros no tendemos a disociarnos en los momento más comunes del día a día; en el trabajo, en el hogar, en el transporte público o incluso estando con otras personas.  El espacio reducido de Corina y su negativa a dejar su cuadra parecen extraño o ridículo cuando se dice en voz alta pero ¿con cuanto espacio necesita contar una persona para ser feliz? ¿Cuál es el número de personas necesarias para llamarlas familia o amigos? ¿Qué tan espacioso debe de ser nuestro hogar para llamarlo por eso nombre?

Porque por mucho que Corina renuncie a salir de ese espacio o de sentir ansiedad cada vez que piensa en abandonar su cuadra, muchos renunciarían a la ciudad entera por tener tan solo un hogar cerca de su familia. Nuestras ciudades tan cosmopolitas, moderna y superpobladas no son tan diferentes de la cuadra de Corina, nos negamos a salir de nuestra zona de confort, cuando una verdad incómoda nuestra vista, negamos que nuestras acciones solo en la ciudad repercutan a muchos incluso los dañen de maneras violentas.

Y pero aun nos creemos tan seguros pero como Corina ha experimentado la esquina de la cuadra puede ser tan letal como cualquier otro lugar desconocido, un accidente le ha arrebatado a su padre y fue justamente en la esquina de su cuadra dejándola no solo con la perdida sino también con una pena que la enjaulado en su cuadra con su rutina diaria y su madre, encerrada en casa.

¿Es la esquina de nuestra calle el centro inevitable del choque de fuerzas infinitas que no podemos observar con la mirada, destinadas a encontrarse y ante la imposibilidad de detenerse o habitar el mismo espacio provocan una violenta tragedia? Sería una exageración decirlo de esa manera pero sin duda los accidentes son la suma de acciones que se encaminan directamente al desastre a pesar de nuestro entendimiento.

A toda acción hay una reacción de la misma fuerza con dirección contraria sentencio Newton , y cuando esta tragedia encierro a los que la sobreviven en jaulas de dolor y sufrimiento, solo un acto osado, una decisión valiente que nos embarque en la aventura puede resolverlo, aun cuando este viaje, esta cruzada personal desafíe nuestro instinto básico de supervivencia.

Corina nos invita a buscar los finales felices, solo que recordemos que las películas como los libros forman parte también de una misma industria, la industria de la mentira.

¿Podrá Corina salir de la cuadra? ¿Es el valor una máxima que todos deben seguir? ¿Debemos ser valientes aun cuando eso nos cueste la vida o ser cautos peros seguir con vida? ¿Puede un cobarde seguir siéndolo cuando solo ha hecho un acto de valor y decidir no seguir siéndolo? O ¿acaso no hay salida para los cobardes que encerrados en sus cuadras imaginarias o reales prefieren no tomar ninguna decisión?…

Amar es compartir (:

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