Con Todos Menos Contigo
Escrita por: Pablo Casas Ortega
Feliz año nuevo amigos de Silver Geek, damos inicio con la primer función de prensa por parte de Sony, gracias a lo cual nos informan que a lo largo de este año se vendrán grandes sorpresas de parte de la firma. El motivo es festejar los 100 años de existencia de la compañía, con lo cual estaremos pendientes y les comentaremos sobre las actividades con forme se vayan presentando.
Y así, sin más, nos sueltan la primera gran película del año. ¡No sé por dónde iniciar!
Iniciemos por mencionar que Anyone But You o Con todos menos contigo, pa´ los cuates, es la séptima película del director Will Gluck quien nos ha traído grandes producciones como Peter Rabitt (2018), Peter Rabitt 2: Conejo en fuga (2021), Amigos con Beneficios (2011) y, mi favorita del director, Se dice de mí (2010).
Esta última interpretada por Emma Stone quien suena fuerte para llevarse una estatuilla en la próxima entrega de los Oscar por su participación en Pobres Criaturas, que está por estrenarse en los cines de nuestro país, de la cual les traeremos nuestra opinión.
Dicho lo anterior regresemos a Con todos menos contigo. En esta ocasión el director nos cuenta la historia de Bea, quien es una aspirante a abogada, la cual se encuentra en un momento complicado de la vida. Tiene unos padres amorosos en extremo que le han escogido al novio desde la adolescencia y Bea no está segura de querer continuar por este camino. Por lo que la noche anterior, a presentarse a la entrevista de acceso a la universidad, ha roto con su novio de toda la vida, y no está segura de querer ingresar a la universidad para convertirse en una abogada.
Al día siguiente, a la salida de la entrevista de acceso a la universidad, Bea (Sydney Sweeney), conocerá de la manera más fortuita y ridícula posible a Ben (Glen Powell). Desde el primer momento sienten una ardiente atracción mutua y deciden pasar un día completo junto. Lamentablemente, a la mañana siguiente Bea sale huyendo del apartamento de Ben. Al darse cuenta de que no tuvo por qué hacerlo regresa a seguir en compañía de Ben. Lamentablemente Ben al no comprender bien la situación y al tratar de hacerse el fuerte le comenta a un amigo que esa chica con quién estuvo fue “una más” en su vida. Bea escucha esto y sin decir nada se aleja y se va.
¿Recuerdan el dicho “pueblo chico, infierno grande”? Bien, por azar del destino nos encontramos con que, dos años después de ese evento, la boda de una amiga de Ben y la hermana de Bea tendrá lugar en Sydney. Al reencontrarse ambos personajes recuerdan el rencor mutuo; situación por la cual, con la esperanza de que ese rencor termine por arruinar la boda, las familias de las novias intentarán que Bea y Ben limen sus asperezas para que la boda se oficie en paz.
Amigos míos, ¡que gran película!. De inicio he de mencionar que tanto Sydney Sweeney como Glen Powell lucen de manera espectacular juntos. Es magnética la interacción que tienen ambos personajes, no nos dan tiempo a negar la ardiente atracción que hay entre los dos, además de que funcionan muy bien por separado y, en los momentos cómicos, funcionan extremadamente bien.
El ritmo de la comedia es vertiginoso y eso solo es posible gracias a las familias de las novias, cada personaje que se nos presenta no tiene desperdicio alguno. Todos aportan de manera eventual en el desarrollo de la historia y al ritmo de la comedia por lo que, incluso, la aparición de un Koala que solo come resulta hilarante.
¿Qué decir de las locaciones? La naturaleza, sus playas y centros turísticos jueguen un papel importantísimo en el desarrollo de la historia, al tiempo que nos sorprende con su belleza y colorido.
En el apartado musical ya me estoy frotando las manos para escuchar el soundtrack completo y repetir en bucle otra canción de Natasha Bedingfield como lo hiciera hace 13 años.
Sin dudas me atrevería a decir que esta va a ser una de las mejores comedias románticas del año, y eso que apenas inicia el año. Sin duda Sony puso muy alto el nivel de exigencia para iniciar los festejos de su centenario.