Arthur: Una amistad sin límites
Escrita por Andrés Torres
Esta es una película basada en hechos reales, que nos mostrara la caida y redención de dos almas acostumbradas al dolor, por un lado un corredor de aventura y por el otro un simple perro callejero. Sus historias se cruzan para sorpresa de nadie sin embargo el como lo hacen y cuál será el resultado es lo más interesante.
Conocemos primero a Michael un corredor de una disciplina especial conocida como como Carreras de aventura, las cuales consisten en atravesar lo más rápidamente posible una zona determinada como una selva o bosque, lo que significa que los participantes tienen que tener una condición física excelente, habilidades de trote, caminata o saber escalar montañas, significando un desgaste físico hora a hora, teniendo que andar en bicicleta varios kilómetros o subir una montaña, navegar por aguas traicioneras en un simple kayak o correr en medio de la selva tropical de noche. Si, toda una aventura, pero por alguna extraña razón nuestro protagonista humano Michael no logra ganar, compitiendo en este deporte por diecinueve años en los que nunca ha podido alcanzar la final, esto lo ha dejado destrozado.
Ha perdido en cada competición que se ha presentado y eso le ha dejado secuelas, no consigue que ningún grupo lo integre y ha perdido todos sus patrocinadores, tiene un trabajo pero no es lo que desea, él se ha formado una imagen de un corredor, una persona que sin importar el dolor está dispuesto a seguir adelante, y no hablo de dolor metafóricamente, hablo de heridas físicas reales que no se limitan a los accidentes o lesiones en el trote, hablamos de que en los recorridos es posible intoxicarse o deshidratarse por completo, en medio de los recorridos. Lo sabemos porque en su última competición uno de los miembros de su equipo -ya que compiten en equipos durante las carreras- sufre un accidente que lo deja incapaz de seguir adelante, Michael intentó ignorarlo pero al final no logro ganar. Es ahí cuando tres años después no logra encontrar su camino, sigue manteniéndose en forma pero no logra sacarse de la cabeza su humillación seguida de derrota en su última competencia, lo que lo llevará a buscar un variopinto grupo de atletas para conseguir fondos y competir en República Dominicana, jugándose el todo por el todo.
Del otro lado está un perro, un perro cualquiera, a decir verdad, uno de los tantos miles que viven o sobreviven en las calles de las ciudades, abandonados a su suerte a merced del frio, de la lluvia, del maltrato constante o de las enfermedades mortales de las que pueden contagiarse, al fin y al cabo es un perro callejero, solo que parece que es un poco más listo, por casualidades de la vida se encontrará a los competidores y ahí los acompañará en un peligroso recorrido por la selva dominica.
Como mencione el dolor es una constante en la película tanto para Michael como para el perro callejero que nombraran Arthur, pues uno es un atleta venido a menos adoptando un perro herido por vivir en la calle, nadie siente empatía por ellos, porque son perdedores en cierta medida y no pueden cambiar, la actitud inconformista de Michael más que sumarle punto parece restarle oportunidades, mientras que Arthur no sabe lo que es vivir en paz pues la calles son duras incluso para los perros, pues es una batalla constante por sobrevivir, encontrar alimento o no perecer en manos de otros perros callejeros.
Pensandolo bien esta también es la historia de todos esos animales que no saben que merecen una segunda oportunidad, que están solos ya sea porque son abandonados o nacieron en la calle, cuyo destino es seguramente morir en alguno de los peores escenarios posibles para un perro callejero. De ahí que cuando Michael decide rescatarlo este animal los llevara por caminos distintos a los que tenían planeados.
En esta película hay escenas de hermosos paisajes, de acciones intrépidas que te tienen atento a los acontecimientos pero también hay momentos de conflicto entre los miembros del equipo que ponen en duda las razones por la cuales compiten. Michael no es del todo honesto con los suyos mientras que Arthur no tiene forma de mentirles, siendo el más honesto de todos los personajes.
Llega un punto en que Arthur representa ese cruce de destinos definitivo para Michael, uno de donde no puede escapar, su vida como perdedor frente a su futuro exitoso ganado la carrera, pero en medio esta Arthur, elegir o no seguir con él es la segunda parte más emotiva de este viaje por eso si quiere ganar debe decidir y rápido, pues al ser una carrera cada segundo cuenta.
Más adelante otro cruce de caminos se le presentara a Michael y de nuevo este involucrara a Arthur solo que esta vez no es el que decidirá sino que quien elegirá ser Arthur ¿Como un perro puede determinar por elección el destino de una persona? Bueno eso tendrá que averiguarse terminado de ver este precioso film.
La historia de Arthur como dije es la historia de dos redenciones, la de Michael y la de Arthur, cada uno lleva tras de sí “baldes de dolor” como mencionan pero que compartiendo dicho dolor es como llegan a superarlo, pero esta historia no acaba pues diario vemos a muchos seres desprotegidos cargando su dolor como pueden y lo que deja ver la película es que a veces una simple mano de ayuda cambia todo.