Acaba con ellos | Reseña  

Escrita por Andrés Luciano Torres Rodríguez

“Mia es la venganza, yo pagaré, dijo el Señor”

Romanos 12; 19

Esta es la historia de Michael, el último hijo de una familia de pastores irlandeses de larga tradición, él vive con su padre enfermo, Ray, quien tiene movilidad limitada y depende en gran medida de Michael tanto para moverse en cas como para la cría de ovejas, lo cual es una carga muy pesada considerando que son muchas la ovejas que hay que pastorear en las altas montañas, frías y húmedas de Irlanda. 

Pero es también una historia de venganza, de ira y desesperación, de cómo un hombre de apariencia tranquila se puede convertir en un animal, de cómo la sed de sangre solo puede ser aplacada por la muerte. Es la ira corriendo por alcanzar a un culpable y de cómo dar caza a quien le ha robado sus esperanzas. Es la búsqueda frenética por un culpable, aunque como todo acto de venganza solo desate que la sangre corra, una y otra vez.

Pero también es la historia de Gary, y su hijo, Jack, una familia vecina a su vez que rivales en la cría de ovejas, en especial de Jack el testigo silencioso de como a su familia la crisis económica la ha golpeado, de que los problemas para llegar a fin de mes están acabando con el matrimonio de sus padres y que las ovejas de Michael son más apreciadas que las suyas propias. 

Así pues esta rivalidad estallara cuando al rebaño de Michael una cruel tragedia lo golpeé, por lo que tendrá que sacrificar todo el esfuerzo que ha puesto en cuidar de sus ovejas, así que ha decidido emprender la búsqueda de quienes atacaron su rebaño, y bajo la orden de su padre, traerá la cabeza de los culpables. 

Sin embargo esta venganza tomara rumbos inesperados para Michael y también para Jack pues todo apunta a su familia como los instigadores del ataque,  pero ni Gary su vecino  rival ni su esposa quien fue antigua novia de Michael actúan como si supieran del ataque al rebaño lo que se hace más extraño. 

Pero se acabó el tiempo de reconciliación, ahora es tiempo de muerte y venganza, venganza por lo sucedido, venganza por el futuro perdido. La crisis que golpea a la familia de Jack el hijo del vecino tampoco le permite pensar claramente y seguirá un nuevo camino de sangre que recorre a gran velocidad y que no duda en acelerar. Dos violencias distintas impulsadas por motivos distintos se encaminan inevitablemente a un choque, no puedo decir cómo, pero incluso cuando choquen más de un culpable será revelado y más de un inocente acabará herido. Todo por una simples ovejas pensarán pero cuando se entiende no solo el valor económico de ellas, sino el papel fundamental que tienen como forma de vida en una comunidad de pastores, es difícil no pensar que la venganza no es una opción. 

Se clamara venganza, se sentirá la necesidad de sangre y se exigirá que la cabeza del responsable termine en la lanza del ofendido. O por lo menos eso se sentirá cuando las imágenes se presentan ante el público. 

Me resulta curioso quizá como todo gira en torno a la ovejas y si me permiten estirar mi idea a los carneros, justo dos ideas religiosas suenan cuando lo pienso, por un lado el chivo expiatorio, aunque en este caso un carnero sacrificado – signo de los tiempos y ritos antiguos del paganismo – y por otro lado el cordero de Dios – símbolo del sacrificio de Jesús en la crucifixión-  y en esta extraña sensación de que necesitamos aun hoy en día un sacrificio para mantener el orden social, de que alguien – quien sea – debe sufrir por el crimen o el pecado que se comete contra nosotros. Y aunque sea extraño la sensación de satisfacción cuando una persona que se encuentra en la sima cae a lo más bajo,  tal vez y previendo ello ya hay una advertencia sobre ella “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” se lee en la biblia,  pues siempre que buscamos la venganza solo la muerte acaba con ella, pero muchas veces en nuestro ánimo de consumarla sufren inocentes, lo que inicia de nuevo el ciclo de venganza y muerte que nunca parece acabar. 

Amar es compartir (:

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