Anora | Reseña

Escrita por: Alejandro Moreno Hernández.

Ganadora de la Palama de Oro en el Festival de Cannes, Anora (2024) es el séptimo largometraje del director Sean Baker. En ella, vemos como el cineasta estadounidense utiliza su experiencia previa como director, escritor y editor, así como de sus amplios
conocimientos cinematográficos para crear una historia “sencilla” – hablando exclusivamente de la estructura y progresión de la trama – enfocada en el desarrollo emocional de su protagonista; Ani, interpretada magistralmente por Micky Madison.

Un aspecto que destacar es que la historia resulta fácil de seguir, evitando momentos tediosos que le impidan al espectador seguir la historia hasta su desgarradora y emotiva secuencia final. Para lograr esto, Sean Baker utiliza como sus principales
herramientas narrativas las convenciones y el lenguaje de dos de los géneros cinematográficos más populares en la historia del cine; la comedia y el thriller.


Por un lado, Anora es una película que utiliza un tono cómico con el principal objetivo de que el espectador genere empatía con sus personajes. Esto lo vemos durante el desarrollo del primer acto, durante la presentación de los personajes. De igual forma, la puesta en cámara y en escena utilizan como referencia el subgénero “Slaptick” o “La Comedia Física”, haciendo que los emplazamientos de cámara sean abiertos, permitiendo que los actores puedan moverse de manera libre por el cuadro, lo que les da la posibilidad de interpretar distintas acciones increíblemente cómicas que finalmente funcionan como un detonante del conflicto.


Por otro lado, las convenciones del género del thriller – principalmente del cine negro – se presentan en el segundo acto, después de que el conflicto sea detonado, cuando un grupo de peculiares personajes deben recorrer las calles de Nueva York buscando a Ivan, el prometido de Ani, interpretado por Mark Eydelshteyn. El misterio de la ubicación de este personaje funciona como un mecanismo de cambio para nuestra protagonista, en donde empieza cuestionar sus ideas y a entablar una amistad con Igor interpretado por Yura Borisov.


Todas estas decisiones creativas y técnicas tuvieron un desarrollo positivo en el desempeño de Anora en múltiples festivales recolectando, importantes premios y reconocimientos internacionales. De igual forma, Anora se ha visto sumamente beneficiada en su taquilla domestica (Estados Unidos), teniendo ingresos de más de 13 millones de dólares durante su corrida comercial, superando su presupuesto estimado de 6 millones de dólares. Siendo así, la película con mayor recaudación de toda la filmografía del cineasta Sean Baker.

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