No Me Sigas | Reseña

Escrita por: Aj Navarro

México tiene una conexión fuerte con el terror y lo fantástico, algo inherente a su cultura misma que nos lleva a rendirle culto a la muerte y estar repletos de leyendas urbanas así como de mitos que van desde La Planchada y la Miringua hasta el Charro Negro y la Huesera. Por eso no es de extrañar que Blumhouse, celebrando 15 años de terror, se fijara en esta tierra para realizar una ópera prima y así extendiera su legado más allá de los Estados Unidos.

El proyecto elegido fue No Me Sigas, cinta de Eduardo y Ximena Leucona, con guion de la segunda, que mezcla lo sobrenatural con la fascinación de una generación que vive por ser popular en redes sociales. La historia sigue a Carla (Karla Coronado), una influencer que usa lo paranormal y el terror como material para tener seguidores y ser popular en el mundo. Dispuesta a todo, la chica cruza la línea al grabar en un edificio abandonado, provocando que una presencia amenazante se enfoque en ella y la aceche sin descanso.

Los Leucona logran en su primer largometraje mostrar cierto oficio en la creación de las atmósferas. El edificio abandonado se siente peligroso y ellos sacan provecho al mismo cada que pueden. Si a eso le sumamos que la cinta fue filmada totalmente a escondidas en México, ese factor le añade cierto aire de misterio a la ya de por si cargada puesta en escena y el diseño de arte. Asimismo, los hermanos sacan provecho del factor del encierro voluntario de la protagonista, explotando cada recoveco a su lado.

Claro que el relato mismo cae en muchos de los clichés de este tipo de historias, pero los mexicanos lo sortean bien en dos tercera partes de la cinta donde la ambigüedad del no saber exactamente que es lo que sucede en el lugar se añade a la simple moraleja que permea la angustia de la protagonista: nunca invocar al mundo sobrenatural, porque una vez teniendo su respuesta, no hay marcha atrás. Esa lección, que viene desde los cuentos de hadas tétricos, se siente aquí hasta que el relato tropieza de forma garrafal en su último tercio con unas decisiones que traicionan por completo el espíritu del filme.

Y es que No Me Sigas comete el grave error de irse por un camino que se olvida por completo de los aciertos conseguidos en su planteamiento inicial. Pareciera que el guion de Ximena Leucona opta por ensimismar un relato que, a todas luces, no va acorde con el tono ni el tema de la cinta. Esto, sumado a que la parte clave de este último giro de tuerca depende enteramente del actor Yankel Stevan, quien es plano en toda su interpretación y se vuelve insostenible tanto su presencia como su subtrama, matan las buenas intenciones de una ópera prima y primer experimento por parte de Blumhouse que no iba nada mal.

A pesar de ese detalle, hay que resaltar la gran labor de Karla Coronado, que carga por completo y con gran responsabilidad la cinta. Su influencer tiene un arco bastante interesante que nos lleva a meditar sobre la locura y lo que puede provocar en la era de la inmediatez la necesidad exasperante de ser popular al darlo todo por un like o 10 seguidores más. Karla lo aborda con una vulnerabilidad que se transmite durante todo el metraje, incluso cuando la misma historia le juega en contra. En contraparte, Julia Maqueo encarna a la odiosa popular que no necesita mas que su presencia presumida y falsa que provoca repudio.

Es entre ellas dos y este relato que oscila entre lo sobrenatural, la necesidad de trascender aún a base de engaños y la demencia provocada por la misma soledad de no sentirse apreciado al no tener followers lo que si destaca del relato que, lamentablemente, se cae a pedazos en su último tramo con un final que, aunque violento e impactante para algunos, carece de todo sentido conforme a lo planteado en un inicio.

Así, No Me Sigas es un curioso nombre que juega dos bandos. El primero, la clara metáfora del espectro acosando a nuestra protagonista, pero sobre todo aquel en el que se vuelve una clara alusión a esta generación donde la gente se desvive por las redes sociales. Aunque los Leucona han hecho un buen esfuerzo, la primera producción de Blumhouse en México falla en su desenlace, provocando que una cinta bastante interesante en su dirección se vuelva meramente mediana debido a un guion que no sobrevive a su propio monstruo sobrenatural.

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