Araña Sagrada

Ali Abbasi, director de un par de capítulos de The last of us, nos presenta Araña Sagrada un film basado en los 16 asesinatos cometidos por Saeed Hanaei, un albañil del poblado de Mashhad en Irán, entre los años 2000 y 2001.

Nuestra protagonista, Rahimi, es una periodista que viaja de Teherán hacia Mashhad para
investigar la serie de asesinatos de prostitutas que se han estado gestando en esta ciudad. En su camino, nos van presentando el marcado machismo y misoginia que hay alrededor de las mujeres y, más aún de las chicas que se prostituyen así como los contextos que orillan a estas personas a laborar de esa manera. La extrema pobreza, la falta de recursos y los tiempos de guerra son sin duda clave para esta situación.

Rahimi es apoyada por un colega de la ciudad huésped, quien ha sido contactado por el propio asesino quien le llama cada vez que comete el crimen, dándole las indicaciones del lugar donde se encuentra el cuerpo recién abandonado. Rahimi va entretejiendo las historias, en búsqueda del móvil; teniendo conversaciones con el gobierno quien se muestra apenas sensible por los hechos, con la policía, quienes le sugieren (y acosan) dejar de investigar sobre el tema y, con las propias prostitutas que le van dando pistas del feminicida que las acecha. A la par, la cinta nos muestra la vida del asesino, apodado como La Araña, quien es un albañil, esposo y padre de familia presente, mismo que va desarrollando la necesidad de matar pues él piensa que debe «limpiar» las calles de su
ciudad, en un acto de encomienda a su dios.

La Araña se centra en mujeres prostitutas que están débiles o bajo el efecto de las drogas, las recoge en su motocicleta, las lleva a su casa para asfixiarlas hasta la muerte y, finalmente, abandonar su cuerpo en una misma zona.

Poco a poco, su doble vida lo va devorando y estresando de tal manera que lo hace cometer algunos errores mismos que debe de ir escondiendo.
Araña Sagrada narra de forma cruda y honesta, una historia desgarradora que te mantiene
en suspenso en cada minuto, genera impotencia al espectador y un definitivo sentimiento de sed de justicia. Resulta un espejo de lo que ha permeado en nuestra sociedad: el poder, el sometimiento a la mujer por ser eso, mujer. Cuenta con grandes actuaciones y un muy buen ritmo narrativo.

Escrita por: Andrea Luna

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