The Running Man | Reseña
Escrita por: Danieska Espinosa
The Running Man (2025) es un golpe de adrenalina distópica dirigido por Edgar Wright, con guion suyo junto a Michael Bacall. Al protagonizarlo está Glen Powell como Ben Richards, un hombre común con una misión desesperada, participar en un programa televisivo de supervivencia mortal para salvar a su hija enferma.
Lo primero que sorprende de Powell es cómo logra encarnar a un tipo de clase trabajadora arrastrado hasta un abismo sin superpoderes ni entrenamiento militar. Él mismo dice que en esta película recibió más golpes que en ningún otro papel, lo que demuestra cuánto se exigió para transmitir esa vulnerabilidad mezclada con coraje. No es el héroe invencible, es alguien que huye, sufre, corre y se enfrenta a lo imposible con lo poco que tiene.

Y en cuanto a la dirección, Wright da en el clavo con un mundo sombrío donde la televisión es la nueva arena de espectáculo, y la sociedad ama ver morir a la gente. Su versión no es solo un remake del clásico de los 80, sino una reinterpretación mucho más fiel a la novela original de Stephen King (escrita como Richard Bachman), donde la crítica a los medios y la desigualdad social pesan mucho más.
Uno de los méritos más grandes de esta nueva adaptación es que capta la brutalidad del libro. los “Runners” tienen que sobrevivir 30 días, perseguidos por verdaderos asesinos profesionales, y todo el mundo los observa desde su pantalla. Esa tensión se siente constantemente, cada decisión de Ben tiene consecuencias reales, cada persecución es una jugada de vida o muerte. La película no se va por lo fácil, hay momentos en que la desesperación se palpa, no solo por los tiros o explosiones, sino por la presión psicológica de saber que estás atrapado, mientras la audiencia ve y decide.

Comparado con el libro, Wright y Bacall han respetado bastante la esencia: no se trata solo de acción, sino de una reflexión sobre el poder de los medios, la explotación de los más vulnerables y la salvación personal a través del sacrificio. Algunos críticos ya señalan que se recupera esa crítica social que en la versión de los ochenta estava algo diluida.
También vale elogiar cómo están construidos los personajes secundarios: Josh Brolin aparece como el despiadado productor del show, y otros actores como Lee Pace, Michael Cera y William H. Macy aportan profundidad a este universo distópico. La química entre todos esos roles ayuda a que no sea solo “un hombre corriendo”; es todo un sistema en contra de uno.

Los momentos de tensión están muy bien manejados por Wright, sabe cuándo acelerar, cuándo dejar respirar la escena para que el público sienta la urgencia, y cuándo explotar todo con persecuciones o revelaciones fulminantes. El clímax está muy bien medido, y funciona porque no solo apuesta a la violencia, sino a la emoción: Ben se juega mucho más que su vida, se juega su dignidad y su familia.
The Running Man de 2025 es una reinterpretación moderna y más comprometida con el mensaje original de King,Glen Powell brilla como protagonista “normal” lanzado al extremo, Edgar Wright logra equilibrar acción, crítica y corazón, y la película nos recuerda que el espectáculo puede costar vidas. Si te interesa un thriller distópico con peso emocional y mucha adrenalina, esta versión vale totalmente la pena.
